martes, 28 de julio de 2009

Te imploro - Poema

Te imploro

(c) Mario Aguilar Benitez

7/09

Hoy en estas últimas horas del día
Me acurruco a tu lado y te imploro
Tu sabiduría y tu belleza
Tu amor inmenso y tu paciencia
Tu entrega incondicional y también libre
Tu cuerpo y tu belleza junto a mí
Tu pasado que podemos gozar juntos
Tu amor de madre siempre para los 4
Tu energía espiritual y tu sonrisa
Tus cariños y besos cada día
Tu confianza y tu piedad.
Hoy me acurruco feliz y enamorado
Débil y llorando de mis heridas
Y te digo “dame la mano fuerte”
Aunque a veces nuestras manos estén débiles.
Dame tu mano hasta ese día en que digamos
Adiós, no muy pronto, te imploro,
En que al cerrar tus ojos te sonreiré
Y te diré “gracias” por ser tú, por amarme
Y por dejarte amar, ahora y siempre.

Vago en la noche - Poema

Vago en la noche

28/07/09

(c) Mario Aguilar Benitez

Vago en la noche dormida esperándote
Y me acurruco a tu lado pero no te escucho
Y siento que la madre se acurrucó con el tierno
Y eso me da gozo, pero vagabundeo esperándote.
¿Dónde estás? ¿Dónde te fuiste crisantemo mío?
Desapareces y apareces como una flor de otoño
Y no puedo ser sin ti, no puedo dejar de mirar
Los montes y las montañas donde estás cobijada lejos
Y mi espíritu vaga en vano y mi alma contrita te espera
Y mi cuerpo rechina con los goznes secos en espera
Y si solo escuchara tus trinos por unos minutos descansaría
Sin el vagar del moribundo que no puede ser por estas horas
Pues solo tú me haces ser y solo tú y yo creamos música bella.
Crisantemo etéreo, no me hagas vagar pues no me gusta
Me siento extraño pues no encuentro el firmamento, solo tierra,
Y tres damas han guardado silencio esta noche y el silencio está
Aglutinado en el cemento del almirantazgo en espera de la aurora
Donde espero que nuevamente escucharé tus trinos y los nuestros.
Crisantemo mío, soy tuyo, no dejes de trinar en las tardes
Para no vagar sin rumbo en las montañas de cemento,
Aunque solo sea un momento de tu aliento y una nota de tu alma
Dámela cada día antes de dormir, te lo imploro, pues vagar, sí,
Vagar es un pasatiempo vacío y he vagado tanto que ya no deseo
Vagar sin sentido sino que encontrar tu mano, tu trino y el rumbo
Que solo viene de ti, alas, que sea este la última noche de vago
Pues quiero caminar contigo, no en el silencio sino en el trino.

domingo, 26 de julio de 2009

Me hechizaste - Poema

Me hechizaste

26/07/09

(c) Mario Aguilar Benitez

Lloré solo, en tus brazos, ahí
En la ignominia del pasado
En las cavernas dúctiles de la memoria
En la soledad de no tenerte en domingo
En mi corazón apabullado de todo,
Recordando la nada de la pena sin llanto.
Y en ese momento fuiste oído y manos
Y amada, y me hechizaste pues en vez de todo
Me diste amor, me diste confianza, me diste futuro.
Es como si en el hacer el amor sin hacerlo parpadearas
El futuro, creadora de mundos, creaste el futuro,
Y dejaste que el pasado fuera yéndose como aire
Hacia las arenas del mar donde las olas y las aguas
Se llevan a los indefensos, se llevan el pasado
Y borran esas heridas de inmersión y suplicio.
Fuiste compañera en domingo, fuiste mujer,
Fuiste todo y me hechizaste, aunque no viera tu cuerpo
Pero tuviste tus ojos como dagas divinas sobre mí
En el camino donde tus punzadas amorosas llegaron
A mi corazón para siempre y lo moldearon,
Forjando el amor eterno, la ofrenda final,
El mundo futuro, la felicidad del presente,
Los moldeaste con tus ojos y los transmitiste
A través de tus manos, y me encandilé
Y sigo, y sigo, rogándote que me mires nuevamente,
Ahora, mañana y siempre, para que seamos dos.

Islas humanas - Poema

Islas humanas

© Mario Aguilar Benítez

Y había solo dos en esa isla
Dos personas mirándose cerca
En la isla que existía, verde y gris
Con arenas de canela y palmeras fulencas
Aunque no pases mayor tiempo
En la oficina desde donde me llamaron,
A mí y a ella, para soñar y reír.

La isla de los pirgüines rojos
Y las gaviotas azules y tus sueños
No los de antaño sino que los de ahora,
Esos sueños que aparecen siempre
Aunque la isla esté lejos y los océanos cerca
Pues son islas humanas, habitadas de raza,
Sumergidas en las cosas del día a día,
Pero esperando tiempos mejores, la parusía,
Para que nadie tampoco tenga termos,
Sino que la posibilidad de mirar las clínicas
Y mandar un segundo castillo, pues ahí estaba feliz

Isla Negra - Poema

Isla Negra

(c) Mario Aguilar Benitez

La neblina te consume y carcome
Invierno y verano y las sales llegan
No se van, se quedan en los recuerdos,
De una isla que lleva el nombre de Neruda
De ese poeta que al construir una morada
Construyo la isla, construyo el sentir,
Construyo las formas de una barcarola
Y construyó la posibilidad de ser ahí
Alrededor de una proa y de una tumba.

Isla Negra, tienes la playa inundada
De poemas y de formas, mientras que,
Sí, mientras que las botellas, los peces
Y los demás recuerdos pululan en la casa
Ya modernizada del poeta Neruda.
Llévame poeta detrás de la neblina
A ver el centro de la isla, ese escritorio
En que tu mano escribía esos versos tristes
Esos versos que calaban y calan los huesos
De sentimiento, en la Isla Negra.

miércoles, 22 de julio de 2009

No te cambio - Poema

No te cambio

(c) Mario Aguilar Benitez

21/07/09

No te cambio por todo el oro del mundo
Ni por una niña más joven, ni por otra
No te cambio por toda la salvación de los reinos
O el grupo de diamantes más precioso del mundo
No te cambio por otra, no cambio tu cuerpo
No cambio tus manos o tu sonrisa
No cambio tu historia, tu vida o tu memoria
No te cambio, te amo y no te cambio.

Existo - Poema

Existo

(c) Mario Aguilar Benitez

Hoy existo y soy un ser humano
Y pienso y actúo y me muevo
Me llena la cabeza un sinfín de preguntas
Sobre todo, sobre lo que es y sobre todo
Sobre otros seres humanos, lo que viven
Sus vivencias políticas, su religión, sus sufrimientos.

Pero ya no existo solo, nunca lo he hecho,
Dios ha estado allí y lo he sentido
Pero hoy, en el presente, existes tú,
Mujer, amada, compañera, amor de mi vida
No existo sin ti, soy solo y callado sin ti,
Desaparezco en una infinidad de papeles sin ti.

Te tomo la mano y somos, dos hojas,
Llevadas por el viento y el fin del mundo
Dos corazones sulfurados de amor y dos sonrisas
Que dulcemente miran hacia el futuro,
Pronto dos canarios, dos almohadas, dos vasos,
Dos toallas, dos de todo pero solo uno,
Un propósito y un sentir, dos: tú y yo.

viernes, 17 de julio de 2009

Le Cutton - Poema

Le Cutton

(c) Mario Aguilar Benitez

En una noche de ensueño 16/07/09

Me moldeas el corazón como un arpegio
Ensañado con el brío del tiempo azul
Con el recuerdo y el presente de la memoria
Engravada en nuestros corazones y porfiada
En que ya no podrías distraernos con sueños vacíos.
Somos débiles y yo lo soy más, melancólico,
Perdido, no sé qué hacer sin ti, y tú me dices,
Que eres fuerte y débil a la vez, yo igual.
Y al degustar nuestra memoria estoy en paz
Y te siento feliz, enamorada, dispuesta a todo.

Ven conmigo a la felicidad, porque te amo,
Te amé, te amo, te amaré siempre
Te lo grito desde Palena con Tobalaba,
Ya no te podré dejar, pues eres mi vida,
Mi ser, mi alegría y aunque haya dificultades
Esas son de otros, no de nosotros, no del presente,
Sino que de otros planetas y galaxias perdidas.
Le Cutton, me has cobijado tantas veces y hoy,
Sí hoy nuevamente y ahí te amé, amada mía,
En Le Cutton, te dije que eres mi amada,
Me enseñaste un arpegio bonito y me masajeaste
El corazón, para siempre.

Quiero ser tierno y enamorado y gentil para ti,
Quiero que todos los días no sientan la angustia
De no sentirse comprendida, pues eres flor y arpegio,
Eres mi flor, mi vida mi todo, y somos tú y yo.

miércoles, 15 de julio de 2009

En una noche estrellada - Poema

En una noche asoleada

(c) Mario Aguilar Benitez

Noche de miércoles, día difícil,
Los miércoles son difíciles, sí,
Y recorriendo la ciudad contigo entre ellos
Los que ya no sienten y los que se equivocan
Todos nosotros, pero es cierto que los sabuesos
Te buscan para destruirte y seguimos hacia los rayos.
Pero ya en la noche cuando la luz no estaba fuimos
Hacia el infinito tomados de las manos juntas
Y el sol estaba radiante en la noche estrellada
En que sentía que una cueva maravillosa se abría
Con las sorpresas de la vida y con las alegrías nuevas
Y los pájaros llegaban a posarse sobre los postes mágicos
Que rodeaban la posibilidad del mazapán en el pelo
Y las luces de bengala entre las caminatas y los árboles
Que nos llevaban más y más hacia la felicidad nuestra
Y no quise dejarte pues el sueño se interrumpía
Pero debimos seguir hacia Quilín con la felicidad
Y el carro de victoria nos llevó no hacia un sueño
Sino que hacia la realidad, tortuga de lacar y gozo
Gozo eterno que no debería terminar pero ya en la soledad
Te digo: en una noche asoleada te amé nuevamente y
Solo, solo, solo quiero que no te vayas de mi vida.

martes, 14 de julio de 2009

Me escuchaste - Poema

Me escuchaste

(c) Mario Aguilar Benitez

De vuelta de Quilín

Llegué de Quilín, de las polvorientas calles,
Esas que tienen arrugas y mantas y chorrean
No la lluvia que no llega sino que las multitudes
Apernadas, el hombre dormido en el metro
Y la cadencia que prepara la visita del maestro,
De Ernesto, de Martín, de Fesal, de René.
De vuelta de Quilín sentí la necesidad de escuchar
Mi corazón, con el cansancio del día, y él me habló,
O será ella, el corazón, la corazona o los dos, no lo sé.
Me escuchaste amada mía, me escuchaste claramente
Con dulzura, con la premura de la llanca y el crisantemo,
Parecías un lirio acurrucado sobre el río y acurrucada
En las vertientes de tu propio corazón, cabizbaja,
Escuchaste, me escuchaste, nos escuchaste, claramente,
Que las horas se pasan pero son cortas, que los peques,
Esos peques son importantes, que soy generoso pero
También melancólico, y las dos cosas van juntas.
No soy vendedor en las micros pues no lo haría bien
Pero vendo poemas de mi corazón, viñetas de plata
Que se quedan contigo y conmigo y me escuchaste
Cuando algunos de esos sonidos resonaban en el infinito
Y solo te digo exprésate, no quedes callada, pues los ruiseñores
Chispean el corazón y yo también capeo el temporal
Ese temporal del futuro, cuando los espantapájaros desaparezcan.
Y me escuchaste pájaro flautista y garza plomada, y sabes, fui feliz
Por ese momento, por ese largo momento, en que me escuchaste.

domingo, 12 de julio de 2009

Madre e Hijo en Ruanda - Relato

Madre e Hijo en Ruanda

(c) Mario Aguilar Benitez

Miraba las pinturas en la galería junto a ella; las típicas frutas, veleros, casitas pintadas, trípticos, retratos y muchos cuadros sin forma pero mucho color. Fue en ese momento que ella me preguntó que sentía frente a ese cuadro de madre e hija desnudos, el de Carlos Faz. La verdad es que pensé mucho como evitar mis sentimientos verdaderos, esos que quería esconder. Debía decir que era la imaginación de los cuerpos de dos personas libres y soberanas pero solo pude acordarme de las colinas verdes de Ruanda, de Burundi y del Congo. Especialmente las de Ruanda en abril de 1994, esas que ya no fueron verdes sino que rojas, negras y amarillas después del día 6 de ese mes en que comenzó la matanza. Pude mentir y pretender, pero ya más tarde en la semana volví nuevamente a contemplar la forma estética de “Madre e Hijo” de Carlos Faz. Ya no podía esconder lo que me inspiraba, una memoria de los acontecimientos que habían llenado las noticias, los días en Ruanda [ese pequeño país africano] en 1994 y los días de terror y genocidio que llevaron a tantos como yo a escribir, a rechazar la posibilidad del olvido, ese olvido que trata de silenciar las formas estéticas.
Y la memoria me volvió cuando me paré frente al cuadro. Ese día 6 de abril de 1994 el avión del presidente fue bombardeado y cayó al vacío. Los asesinos y genocidas de la etnia Hutu avisaron a todos por la radio e incitaron a la violencia. No sé si se imaginarían lo que seguiría: un millón de muertos, la mayoría de ellos Tutsis destrozados por golpes de machete o acribillados dentro de iglesias donde buscaron refugio. Los que mataron fueron vecinos, milicias, sistemáticamente por 3 meses, mataron, destrozaron, violaron y los que murieron primero fueron los infantes y los niños, vulnerables no podían escapar, o eran destrozados contra las murallas de piedra.
Y fue en una de esas tardes que vi una colina encendida con fuego, milicias gritando y civiles que trataban de esconderse en las aguas putrefactas de los ríos infestados con cuerpos y con una humanidad sufriente que solo pedía respeto, ni siquiera clemencia. Me gustaría decir que fui un héroe y que no tuve miedo pero no fue así. Solo quería seguir hacia la frontera en mi vehículo sin que nadie me parara, quería conseguir ropa limpia, llamar y decir que estaba vivo después de toda la porquería que vi. La visión que me esperaba eran una madre y su hijo desnudos, de la mano caminando despacio sin moverse cuando escuchaban, o no escuchaban, los bocinazos. Y no se movieron, me bajé para decirles que se hicieran a un lado. La mirada de la madre estaba perdida y fija y solo miraba al infinito pero solo vi su sonrisa al verme finalmente. Ni una palabra salía de su boca, solo sonreía. Quise cubrir su cuerpo con mi chaqueta pero no me dejó. La tomé de una mano y le dije todo estará bien, pero solo atinó a seguir caminando delante de mi vehículo.
Finalmente y para salvar mi pellejo puse a la madre y su hijo en el asiento trasero de mi vehículo y partí a toda velocidad hacia la frontera. Ahí vi a los soldados que esperaban, borrachos, drogados, riéndose. Pararon el vehículo, y miraron dentro. Al ver a la madre y su hijo me preguntaron quienes eran. Yo solo atiné a decir que una madre y su hijo. La risa demente del soldado me recordó donde estaba y en ese momento solo aceleré y crucé a toda velocidad hasta llegar al Lago Kivu. Al llegar, la madre me miró, me sonrió y siguió caminando hacia la libertad de una aldea contigua, y yo, solo lloré y lloré de felicidad. Eran solo una madre y su hijo, y yo era solo un poeta con mucha suerte.

sábado, 11 de julio de 2009

Tiempo de enfermedad - Poema

Tiempo de enfermedad

Es el mes de julio del año de la fiebre
La fiebre porcina que ha llevado a varios
Y que se teme en los buses y en los metros
Aunque haya mascarillas y odio al extranjero.
Y vienes, vas, te quedas, entre los achaques
Pasajeros, livianos, que han venido y que sé
A veces te complican pero no a mí.
Te lo aseguro, nada es problema sino el silencio
Pero unos pufs o la posibilidad de estornudar
No me dan problemas, son parte de todos,
De ti y yo, así que te miro nuevamente y
Te digo dulcemente no me crea problemas
Me encanta tu sinceridad y a pesar de todo
Vas, vienes, llegas y me besas y me comunicas
No solo compañía y calor sino que el amor
Sí el amor más grande del mundo, este mundo,
Y descansa hoy, te encomiendo al viento y
Llego sobre las estrellas, te tomo la mano
Vamos juntos, con achaques y con alegría,
Tú y yo, vamos tomados de la mano
Hasta llegar al arco iris azul, el de la jirafa,
Pero esa es otra historia, descansa, amada mía.

Exile - Poema

Exile

(c) Mario Aguilar Benitez

Away from the centre, moving circles
Of fire, water, light, obscurity
Away from the centre to the periphery
And anti-periphery of the moon.

Created planet, not contained in states
Or countries or nations or places of birth
Non-sense of flags and songs and preferred looks,
Only a common humanity, a desolate land.

I move because my spirit moves away
Not because there are frontiers and I write
Not to justify fame or anti-matter
But to express hope and sorrow.

I move from centre to periphery and further
I follow the indications of thinking and feeling
Not the possibility but the fact, red fact,
That poetry is life and life is not here
... that life that from now, life of the spirit.

Llamo al viento - Poema

Llamo al viento

(c) Mario Aguilar Benitez

Un sábado de descanso

Llamo hoy en esta mañana de bruma, sol e invierno
A los elementos naturales y centrales a tomarme
Llévame viento hacia lo alto de la montaña
Rodéame fuego con tu ardor, empápame agua,
Llévame en las nubes y los tornados, llévame
Hacia el infinito, hacia la naturaleza donde pueda ser
Llévame lejos de los informes y los papeles solo por una hora
Pero llévame viento eterno junto con ella, llévanos,
Pues no podría ir solo, somos dos, somos multitud,
Llevamos en nosotros todos los que pasaron antes
Todos los que nos abrieron el corazón y también ellos
Los que nos hicieron daño y los llevamos con nosotros.
Legión eran el nuevo testamento, legión perdida son hoy,
Y entre esas memorias y esos momentos que llegan ahora
Viento, los perdono, los olvido, los abrazo, serán como quieran
Yo solo quiero en esta mañana que volemos en un unicornio
Y pasemos a una casita cerca de la montaña a buscarla
Para que nos lleves a través de los fiordos y las cordilleras
Hacia un lugar nuestro, en que podamos acurrucarnos y ser
Sin todos los otros, y que un rato cada día podamos amarnos
Pues eso es todo lo que te pido viento, y te lo recordaré hoy
Y siempre cuando sienta la brisa en mis mejillas, necesito su mano
Necesito su aliento, necesito ver sus ojos, en el día a día,
Y hoy llévale mi palabra de que lucharé contra ejércitos y legiones
Para amarla, para hacerla feliz, pues solo en ese amor soy y seré.
Anda en este momento y vuela hacia las calles de los árboles y las plantas
Y lleva tu brisa hacia ella para abrigarla, y tu huracán para destrozar
Las legiones de insípidos que han destruido el planeta de Dios
Y solo dile que la espero y que llevo hoy un corazón agradecido
Por todo lo que he vivido, pues es momento más feliz es el hoy,
El nuestro, el de todos los que hoy aman y sueñan con esa realidad.

miércoles, 8 de julio de 2009

Confesion Nautica - Poema

Confesión Náutica

(c) Mario Aguilar Benitez

Camino a Viña, estado de las celebraciones
Sentí la magia de la risa honesta
Del rocío que mojaba nuestros rostros
De la vida nueva que salía del jazmín
Del futuro y del presente en que podíamos.
Y las confesiones náutica me dicen que los peces
Lo saben y lo supieron en esas olas crispas
Que se cimbraban en el océano y la tertulia
Grande de los peces suburbios que salían a oír
Las palabras cadenciosas del amor y del tiempo
Esas palabras que salían de tu pecho al dormir
En mis brazos, en paz y siempre valiente
Ahora y siempre, y hoy y mañana juntos.

Caleta Portales - Poema

Caleta Portales

(c) Mario Aguilar Benitez

Julio del 2009

Te recuerdo con cariño y gozo
Estabas radiante y sonriente
Y mirábamos al mar azul y tranquilo
Y te amaba y te protegía.

Caleta Portales con tu arena y tu pescado
Y ahí donde tantos marineros habían soñado
En sus parejas, en sus hijos, en sus futuros
Ahí donde los camarones caminan y chocan pinzas.

Y caminamos enamorados llegamos en una ola
Y reímos el uno junto al otro, los que gozaban
Y el hombre gruñón que reclamaba no sabía volar
Y el que te miraba sabía que eras bonita.

Caleta Portales, cuerpo de mujer y ombligo del amor
Tu aroma me habla de olores celestiales
Y fui feliz contigo por un momento, en la paz
De las medusas y el barco del firmamento.

lunes, 6 de julio de 2009

Travesia hacia ti - Poema

Travesía hacia ti

(c) Mario Aguilar Benitez

6/07/09

Travesía en el Metro, cientos de sardinas
Y yo también, y pingüinos nocturnos,
Y morsas acobardadas y aletazos y olor
Y aromas de cuerpos cansados y rotos
Pero entre medio una sola persona atravesando
La medialuna de la travesía, tú, TU y Tú.
Atravieso dos veces la urbe platónica para llegar
A tu sonrisa, para darte un beso, para tomar tus manos
Para solo ser contigo, y eso es un sueño dorado
Una realidad presente y apremiante, aunque las lágrimas
Afloren y el asma se empeore y el escarabajo se hinche
Y los teléfonos se acallen, y los helados imperialistas se vendan
Pues solo tú eres para mí el centro de mi travesía.
No sé si eres estación de ruta verde o roja, no lo sé,
Pero eres horizonte y corazón, eres amada y Guacolda
Eres inmensidad y conjuro, eres la que no cambia para mí
Y te imploro que sigas en la travesía, las cortas y las largas,
Aunque parezcan inútiles o cortas, o largas, o tediosas,
O tristes o humildes, las travesías llevan el corazón y
Lo que las sardinas no sabían fue que una ballena azul estaba
No llevaba hacia el mar plácido y nuestros corazones hablaban
Del mar, del susurro, del futuro, del presente, de nosotros
Y fuimos felices en esa travesía corta del banco y del mal
Y fuiste valiente en nuestra travesía, la tuya y la mía.

miércoles, 1 de julio de 2009

Poemas Publicados 2009 -- Mario Aguilar Benitez

Poemas Publicados

Libros (6)
A las puertas de la Villa Grimaldi: Poemas, Santiago: Caliope Ediciones, 2008.

De vuelta a la Villa Grimaldi: Poemas, Santiago: Caliope Ediciones, 2009.

Pausas: Poemas de Villa Grimaldi a India, Santiago: Mago Editores, 2009.

Sueños y cuerpos: Poemas. Londres: Lulu.com
http://www.lulu.com/content/paperback-book/sue%c3%b1os-y-cuerpos-poemas/7272788

Epistolario de la Memoria: Poemas. Londres: Lulu.com
http://www.lulu.com/content/paperback-book/epistolario-de-la-memoria/7280023

Poemas y Números: Poemas. Londres: Lulu.com y Santiago: Editorial Civilización.
http://www.lulu.com/content/paperback-book/planetas-y-n%c3%bameros-poemas/7342104

Poemas en Antologías (15)
“Manifesto a Ruanda”, en Amor Eterno: Antología, Madrid: Centro de Estudios Poéticos, 2009.

“Trenes desnudos”, Cuerpo rebelde”, “Cuerpos desnudos”, “Cuerpos silenciosos”, “Sueño corporal”, “Sueños y pausas”, “Desnuda en pausa” y “Travesía y sueño”, en Máximo G. Sáez, ed., Parque Merced: Novena Selección de Poesía y Cuento. Santiago: Mago Editores, 2009.

“Los rieles del mar”, “Bahía Drake”, “Renacer espumoso”, “Mar de sentimientos”, y “Playa de esperanza”, en René Acevedo and Fesal Chain, eds. Poemas del Mar: Antología, Santiago: Caliope Ediciones, 2009.

“Canción a la barcarola” en Eduardo Jopia (ed.), Homenaje a Víctor Jara: Antología, Buenos Aires: Centro Chileno Bernardo O’Higgins, 2009.

Poemas en Revistas

“Manifesto a Ruanda”, Centro de Estudios Poéticos (España) 2009, véase
http://www.centropoetico.com/446/html/RESULTS.ASP?VAR1=Manifesto+a+Ruanda&var2=Mario&var3=Aguilar+Benitez

“Vientos del lenguaje”, Centro de Estudios Poéticos (España) 2009, véase
http://www.centropoetico.com/html/RESULTS23.ASP?VAR1=Vientos+del+lenguaje&var2=Mario&var3=Aguilar+Benitez&var4=actual

“Conversación”, “Desafío candente” y “Emociones”, Revista Cinosargo febrero 2009, véase http://cinosargo.bligoo.com/content/view/455968/Poemas_de_Mario_Aguilar_Benitez.html

“Desolación y nada” y “Voces de Buenos Aires”, Revista Literaria Pluma Negra, Abril del 2009 http://plumanegra.bligoo.com/content/view/479442

Biografía y obra literaria en Revista Isla Negra (Junio 2009), http://isla_negra.zoomblog.com/cat/6581

“Peste globalizante”, Revista Isla Negra 185 (Junio 2009), p. 18.

“Pueblos del futuro”, Revista Isla Negra 190 (Julio 2009), p.

“A Mario Benedetti” en Poetas Anónimos 3 junio 2009 http://poetasanonimossa.com.ar/
“Bendita eres”, en Poetas Anónimos 4 junio 2009.
“No me pierdas”, en Poetas Anónimos 5 junio 2009.
“Tiempos de felicidad”, en Poetas Anónimos 5 junio 2009.
“Tiempo y sentido”, en Poetas Anónimos 5 junio 2009.
“Tiempo de rosas”, en Poetas Anónimos 6 junio 2009.
“Tiempo fecundo”, en Poetas Anónimos 6 junio 2009.
“Tiempos de TransSantiago”, en Poetas Anónimos 2 julio 2009.

“Tiempo de muñecas”, Escribe Ya: Comunidad de escritores 8 junio 2009 http://escribeya.com/MarioAguilar
“Tiempo de necesidad”, Escribe Ya: Comunidad de escritores 9 junio 2009

“Tiempo de necesidad”, Comunidad de escritores y poetas 9 junio 2009 http://escritoresypoetas.ning.com/profiles/blogs/tiempo-de-necesidad-poema

Tiempo de TransSantiago - Poema

Tiempo de TransSantiago

(c) Mario Aguilar Benitez

07/09

Cara de payaso, te cimbreabas por la Alameda
Mientras yo buscaba entre el puzle de números
401, 402, 507, 209ª, 209b, 207e, 300 y más
Y de repente vi el autobús elegido, el 407e,
Y pasó raudo frente a mí pues no paraba ahí.
Interesante, un Piojo saltando de paradero en
Paradero y una Pulga esperando cerca de la cordillera.
Las cosas pequeñas dan gusto y me dio mucha alegría
El aventurarme dentro del 407 con abrigo y perfume
Para encontrarme sentado leyendo El loco Estero
Junto a los locos despeinados, los que tenían olor
A población resurgente y los tatuados que no debían ir
Pero que se aventuraban hasta a sentarse junto a mí.
Y de repente el que estaba sentado junto a mí se paró
Y anunció su concierto, flauta inglesa en mano, y
Un repertorio clásico exquisito mientras los pasajeros
Subían y bajaban y el acento del flautista atraía los ratones
Y los llevaba hacia el éxtasis de escuchar sonidos estridentes
Entre el tráfico de Providencia y seguí leyendo travesías
Pensando en el tiempo de los trolleys hacia el colegio
Las liebres hacia el Club de Campo y las micros Canal San Carlos
Destartaladas que me llevaban a Don Carlos y había que descolgarse
Mientras que en la cuncuna 407 solo había que sosegarse y leer
Y todo porque quería atravesar la ciudad para verte y escuché
Tu voz diciendo que estabas muy decaída mientras yo seguía
Maravillado como jengibre pobre mirando los pasajeros que
Subían, bajaban y sufrían como todos, por la falta de certidumbre
En el camino, la hora, las tripas, el tiempo, la ausencia y tu presencia.

Tiempo de peligro - Poema

Tiempo de peligro

(c) Mario Aguilar Benitez

1/07/09

“Angustia, tengo angustia”, me decías después de contarme
Que había ausencia de fondos para tratarte, como los pobres,
Y gracias a Dios me contaste, pues son tiempos bonitos,
Tiempos de amor, pero marcados por arpones morados
De parte del espantapájaros, la pantruca, y las morsas,
Esas bien marmotas y carlinas que escuchan los corazones
Pero no entienden las posibilidades de lo humano pues ya están perdidas.
Me encantó el hecho de que pudieras revivir aunque quedé cansado
De exudar adrenalina y de exhumar pestilencias y malos olores
De los ingenieros, su codicia, avaricia, tacañees, y absurdidad,
No sé que más me puede afectar, pero la injusticia y la maldad
Me llegan al hígado, me hacen un camaleón lívido de espanto
Con el pelo hirsuto y las extremidades expandidas hacia la paja
De los espantapájaros y me pareció que había interrupciones
Y una crueldad innecesaria que no cansa sino que provoca hastío.
Pero entre todos esos pensamientos estás tú, el centro del reino,
Tú, que ya has escapado tres veces de las garras del submarino seco
Y has vuelto a mi gravitad sabiendo que solo en ti siento el aire puro
Sólo en ti siento la vida, la muerte, y la necesidad de hacer el cambio,
Pues vida o muerte son realidades que debemos vivir y los vacíos
Y avaros no llegarán allá, y te digo que me alegró que no te fueras
No sé qué haría, sino llorarte, así que no te vayas pronto, no vale la pena,
El mundo estaría triste y yo debería invitar a Mr Bean para poder reír
Y hacerte el homenaje más grande pues no te fuiste y solo yo lo sé
Pues los espantapájaros ya se fueron, no están, no valen la pena,
No serán parte de los planetas y quedarán solos contando dinero,
Mientras tú y yo seguiremos corriendo por los planetas y los ríos.