VII Silencio Urbano
Naturaleza chúcara, reaccionaste con furia
Y el mar se llevó la casa de mi progenitor
Hombre sencillo, y casa llena de fantasmas
En la plaza de Constitución, allá al lado del mar.
Recuerdos silenciosos de mi historia
Y espíritu de los damnificados del mar
Que corrieron a los cerros nuevamente
A la otra naturaleza, la protectora, la verde.
Y en la urbe el silencio de las comunicaciones
Que llevaron la posibilidad del luto y llanto
Por los que se fueron, por los que soñaron
Y lo perdieron todo entre los sismos.
Y el silencio urbano de los que caminan
Cabizbajos y solitarios sin transporte
Pero con una palabra de aliento y de amor
Que viene de ti, medusa indómita, y también de mí.
domingo, 28 de febrero de 2010
sábado, 27 de febrero de 2010
Terremoto 27/02/10
Terremoto
27 de febrero 2010 Chile
La tierra se mueve, planeta re rebelas
Parece que respiraste muy fuerte y gritaste
Y la gente de Concepción sufrió
Y la gente de Talca y Chillán sufrió.
3.34am y más tarde en Santiago
La humanidad se acordó del peligro
De la posibilidad de que todo es pasajero
Y cambia de un minuto al otro minuto.
Y es difícil a la distancia no sufrir impotencia
Hay silencio en las líneas y en los teléfonos
Y la tierra también se silencia y no habla
Mientras las líneas no funcionan y la tierra llora.
214 muertos hasta ahora, y tú estás bien
Mi molécula de aire y de fuego y mi vida
Aunque el silencio me dice que grito
Y sufro y lloro y me duele el corazón, en silencio.
27 de febrero 2010 Chile
La tierra se mueve, planeta re rebelas
Parece que respiraste muy fuerte y gritaste
Y la gente de Concepción sufrió
Y la gente de Talca y Chillán sufrió.
3.34am y más tarde en Santiago
La humanidad se acordó del peligro
De la posibilidad de que todo es pasajero
Y cambia de un minuto al otro minuto.
Y es difícil a la distancia no sufrir impotencia
Hay silencio en las líneas y en los teléfonos
Y la tierra también se silencia y no habla
Mientras las líneas no funcionan y la tierra llora.
214 muertos hasta ahora, y tú estás bien
Mi molécula de aire y de fuego y mi vida
Aunque el silencio me dice que grito
Y sufro y lloro y me duele el corazón, en silencio.
domingo, 21 de febrero de 2010
Canto a la justicia X
X Justicia y futuro
Y la justicia reinará sobre la tierra, todas ellas
En las Américas, en África, en Tíbet
Pues saldrá de los corazones de los que creen
En la posibilidad de una humanidad común y austera.
Y terminará el machismo, el hambre y el odio
No porque habrá un triunfo del día futuro
Sino que una convicción de los hombres y mujeres
Que todos son iguales y que no existe el apego actual.
La justicia va en los corazones de los que viven
La vida sin el apego material del jesuita y del lama
Del hombre y la mujer con su acceso común a todo
Con el corazón que puede abrirse a todo el camino.
Y la justicia se ve protegida por el Escorpión
Signo de los momentos del mal que no vencen
Y así es como indígenas, jesuitas, lamas y todos
Cantan el canto de la justicia, con Dios y el Escorpión.
Y la justicia reinará sobre la tierra, todas ellas
En las Américas, en África, en Tíbet
Pues saldrá de los corazones de los que creen
En la posibilidad de una humanidad común y austera.
Y terminará el machismo, el hambre y el odio
No porque habrá un triunfo del día futuro
Sino que una convicción de los hombres y mujeres
Que todos son iguales y que no existe el apego actual.
La justicia va en los corazones de los que viven
La vida sin el apego material del jesuita y del lama
Del hombre y la mujer con su acceso común a todo
Con el corazón que puede abrirse a todo el camino.
Y la justicia se ve protegida por el Escorpión
Signo de los momentos del mal que no vencen
Y así es como indígenas, jesuitas, lamas y todos
Cantan el canto de la justicia, con Dios y el Escorpión.
Canto a la justicia IX
IX Escorpiones y Océanos
Y el jesuita pasó por el lago de la protección
Rumbo a Mongolia vía Lhak y ahí estaba
El Dios desconocido que no hablaba y que no existía
Se había quedado en el lago del escorpión.
Pues el signo del escorpión lleva el pasado
Y el encuentro del converso rey Khan de Mongolia
Y su maestro el tercer Dalai Lama de Tíbet
El que no era antes y pasó a ser “el océano de la sabiduría”.
El signo del escorpión dado al Dalai Lama
Como signo de protección, el talismán que llevaba el mal
Como esperanza y convicción de que el mal no gana
Sino que es transitorio y solo puede estar ahí.
Y la vida llena del mal que nos rodea está
Y camina como el jesuita en justicia y paz
Protegido por el talismán y por la presencia protectora
Del escorpión mítico que sale del lago a proteger.
Y el jesuita pasó por el lago de la protección
Rumbo a Mongolia vía Lhak y ahí estaba
El Dios desconocido que no hablaba y que no existía
Se había quedado en el lago del escorpión.
Pues el signo del escorpión lleva el pasado
Y el encuentro del converso rey Khan de Mongolia
Y su maestro el tercer Dalai Lama de Tíbet
El que no era antes y pasó a ser “el océano de la sabiduría”.
El signo del escorpión dado al Dalai Lama
Como signo de protección, el talismán que llevaba el mal
Como esperanza y convicción de que el mal no gana
Sino que es transitorio y solo puede estar ahí.
Y la vida llena del mal que nos rodea está
Y camina como el jesuita en justicia y paz
Protegido por el talismán y por la presencia protectora
Del escorpión mítico que sale del lago a proteger.
Canto a la justicia VIII
VIII Iustitia et Esse
Y en otro lugar del planeta conversan otros dos
El abad de Ganden en el Tibet de antaño
Y el jesuita que estudiaba la sabiduría
Esa tibetana sin Dios y de la religión Bon.
Y en Ganden las justicia emanaba de las mantras
De esas piezas oscuras con lámparas de cera
De cera de yak y estatuas del Iluminado
Del cántico de los que pedían estar vacíos.
Y la justicia emanaba del derecho a ser
En una sociedad feudal en que los maitines existían
Como los bastiones del mundo, como el centro
Y ya antes de que existieran estaba el Potala como centro.
Y el jesuita debió volver a Roma vacío
Sin conversos, sin solidad de Jesús
Sin trabajo, y sin Dios, pues el Dios que llevaba
No había hablado en la vaciedad del Tibet.
Y en otro lugar del planeta conversan otros dos
El abad de Ganden en el Tibet de antaño
Y el jesuita que estudiaba la sabiduría
Esa tibetana sin Dios y de la religión Bon.
Y en Ganden las justicia emanaba de las mantras
De esas piezas oscuras con lámparas de cera
De cera de yak y estatuas del Iluminado
Del cántico de los que pedían estar vacíos.
Y la justicia emanaba del derecho a ser
En una sociedad feudal en que los maitines existían
Como los bastiones del mundo, como el centro
Y ya antes de que existieran estaba el Potala como centro.
Y el jesuita debió volver a Roma vacío
Sin conversos, sin solidad de Jesús
Sin trabajo, y sin Dios, pues el Dios que llevaba
No había hablado en la vaciedad del Tibet.
sábado, 20 de febrero de 2010
Canto a la justicia VII
VII Iustitia et Conversatio
Y conversa el jesuita y el indígena
En alguna parte de la selva, esa verde
Que después se llenó de máquinas y ruidos
De progreso, y falta de sabiduría, de represas.
Y conversaron de la ausencia de la verdad
De la ausencia de algo que fuera común
De la falta de justicia por parte de los colonos
Y de la esclavitud que combatían, algo en común.
Y conversaron de la verdad y de la justicia
Valores del Reino, valores de la sabiduría
Y decidieron que no existió en el mundo
Solo en los corazones de los justos y de Dios.
Y conversaron de la posibilidad recóndita de hallarla
Y decidieron los dos en común que no la hallarían
No esperaba, sino que sería antártica y nevada
Y solo podrían luchar por cimentarla en los ríos.
Y conversa el jesuita y el indígena
En alguna parte de la selva, esa verde
Que después se llenó de máquinas y ruidos
De progreso, y falta de sabiduría, de represas.
Y conversaron de la ausencia de la verdad
De la ausencia de algo que fuera común
De la falta de justicia por parte de los colonos
Y de la esclavitud que combatían, algo en común.
Y conversaron de la verdad y de la justicia
Valores del Reino, valores de la sabiduría
Y decidieron que no existió en el mundo
Solo en los corazones de los justos y de Dios.
Y conversaron de la posibilidad recóndita de hallarla
Y decidieron los dos en común que no la hallarían
No esperaba, sino que sería antártica y nevada
Y solo podrían luchar por cimentarla en los ríos.
miércoles, 17 de febrero de 2010
Canto a la Justicia VI
VI Iustitia et Transformatione
¿Dónde te fuiste Señor de la justicia?
¿Dejaste de hablar o d murmurar doctrinas?
Dios inmanente y omnisciente ¿dejaste de existir?
¿Dónde estuviste en la matanza de las Américas?
Desde el Cabo de Hornos al Cabo Verde estuviste
Pero cambiaste de bando, no, perdón, no cambiaste
Nosotros personas altaneras y viejas piadosas nos equivocamos
Dios, te fuiste de las iglesias a las matanzas.
Y ahí, caminaste con los esclavos, con la mujer violada
Con los negros, con los mestizos, con los asesinados
Fuiste uno con los animistas y los pordioseros
Y poco a poco te encarnaste nuevamente en tu pueblo.
Y la justicia llegó y habitó la tierra nuevamente
Y ya no caminaste con los pobres y los oprimidos
Fuiste uno de ellos, fuiste, y te hiciste indígena
Libertino, enfermo, mujer y perseguido para siempre.
¿Dónde te fuiste Señor de la justicia?
¿Dejaste de hablar o d murmurar doctrinas?
Dios inmanente y omnisciente ¿dejaste de existir?
¿Dónde estuviste en la matanza de las Américas?
Desde el Cabo de Hornos al Cabo Verde estuviste
Pero cambiaste de bando, no, perdón, no cambiaste
Nosotros personas altaneras y viejas piadosas nos equivocamos
Dios, te fuiste de las iglesias a las matanzas.
Y ahí, caminaste con los esclavos, con la mujer violada
Con los negros, con los mestizos, con los asesinados
Fuiste uno con los animistas y los pordioseros
Y poco a poco te encarnaste nuevamente en tu pueblo.
Y la justicia llegó y habitó la tierra nuevamente
Y ya no caminaste con los pobres y los oprimidos
Fuiste uno de ellos, fuiste, y te hiciste indígena
Libertino, enfermo, mujer y perseguido para siempre.
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