martes, 14 de julio de 2009

Me escuchaste - Poema

Me escuchaste

(c) Mario Aguilar Benitez

De vuelta de Quilín

Llegué de Quilín, de las polvorientas calles,
Esas que tienen arrugas y mantas y chorrean
No la lluvia que no llega sino que las multitudes
Apernadas, el hombre dormido en el metro
Y la cadencia que prepara la visita del maestro,
De Ernesto, de Martín, de Fesal, de René.
De vuelta de Quilín sentí la necesidad de escuchar
Mi corazón, con el cansancio del día, y él me habló,
O será ella, el corazón, la corazona o los dos, no lo sé.
Me escuchaste amada mía, me escuchaste claramente
Con dulzura, con la premura de la llanca y el crisantemo,
Parecías un lirio acurrucado sobre el río y acurrucada
En las vertientes de tu propio corazón, cabizbaja,
Escuchaste, me escuchaste, nos escuchaste, claramente,
Que las horas se pasan pero son cortas, que los peques,
Esos peques son importantes, que soy generoso pero
También melancólico, y las dos cosas van juntas.
No soy vendedor en las micros pues no lo haría bien
Pero vendo poemas de mi corazón, viñetas de plata
Que se quedan contigo y conmigo y me escuchaste
Cuando algunos de esos sonidos resonaban en el infinito
Y solo te digo exprésate, no quedes callada, pues los ruiseñores
Chispean el corazón y yo también capeo el temporal
Ese temporal del futuro, cuando los espantapájaros desaparezcan.
Y me escuchaste pájaro flautista y garza plomada, y sabes, fui feliz
Por ese momento, por ese largo momento, en que me escuchaste.

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