La certeza del desayuno
Un domingo en Santiago
9/08/09
(c) Mario Aguilar Benitez
Me mirabas cuando entrábamos al hotel
Pues el desayuno es para la minoría rosa
Sí para ti y para mí es, hora de esperanza
Somos de la mañana, no del día,
En la mañana salen las esperanzas y sueños
En la noche los sentimientos más íntimos
De nuestros corazones y nuevamente me has amado.
Sí, el amor del desayuno, del sustento que se hace amor.
Has tomado mi mano y vamos muy juntos
Has infundido confianza en el caminar nuevamente
Has sido tú, fuerza de mujer, de madre, de compañera
Y la he sentido en este desayuno en el hotel de ensueño.
Vamos y saquemos todas nuestras penas y nuestras alegrías
Vamos juntos pues juntos seremos los que debemos ser
Me dices que soy valiente, soy frágil y utópico
Me dices que eres frágil, eres fuerte cuando recuerdas tu fuerza.
Y los signos de hoy son las manos y las caricias
La posibilidad de sentirnos buenos seres humanos,
Y los canarios, y los siquiatras, y los sueños que volvieron
Y te digo mi musa que me has liberado y he caído inerte.
Y el sentir de la vida ha vuelto pues seremos y somos
Pues mientras nos tomemos de la mano seremos libres
Y escucho tus palabras, no otras, y te amo a ti, no a otra
Y creo en ti, ahora y siempre, y ¿sabes? Hoy soy feliz contigo.
domingo, 9 de agosto de 2009
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