Quebradas y ánimas
(c) Mario Aguilar Benitez
En el crepúsculo de agosto
Te siento en la brisa del zorzal
Y las estrellas siderales de la urbe
Y solo miro por la ventana hacia allá
A la luna, las quebradas, las ánimas.
Y te veo, y te recuerdo con tus ojos cafés
Y tu sonrisa, y tu ilusión y tu alegría
De subir las piedras milenarias de asfalto
Y los aullidos de los coyotes de la noche.
Y ahí en el aullido de las ánimas fui feliz
Y ahí te cobijé en mis brazos para siempre
Y ahí te amé solo cobijándote en las quebradas
Mientras que la oscuridad completa nos llevaba.
Y fui feliz contigo en las mareas eternas
Y las nieves blancas de nuestro firmamento
Mientras comíamos los frutos de la tierra
Y ahí solo supe que eres mi amor, mi vida.
domingo, 30 de agosto de 2009
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